Primeros auxilios en manifestaciones

Introducción

La creación de un espacio seguro que dependa de nosotros y que se pueda poner en práctica en el mayor campo de aplicación posible, compete también a todo aquello que tiene que ver con nuestra asistencia en salud y ayuda mutua en el caso de cargas o agresiones en el transcurso de una manifestación o acción.

A todos nos ha podido pasar alguna vez que nos hemos visto envueltos en situaciones de tensión en el que nosotros o algún compañero, ha resultado herido. Como también dejábamos claro en la charla “consejos útiles a la hora de acudir a una manifestación”, creemos que es condición inseparable que, en la medida de nuestras posibilidades y valorando el riesgo que queramos correr, siempre prestemos apoyo a las personas que tenemos a nuestro lado del conflicto. Esto propicia un clima de unión y de seguridad que facilitará la capacidad de acción y reacción que podamos ejecutar en momentos de tensión. Si no nos cuidamos entre nosotros, máxime en circunstancias así, poco podemos esperar de las fuerzas del orden que están para golpearnos y reprimirnos y, en ocasiones, nuestra ayuda en momentos así, es de vital importancia para la persona afectada.

Por eso, dejamos muy claro que una de nuestras funciones tanto en cuanto somos asistentes de un evento así, es tener en cuenta que no estamos solos y que debemos prestar atención ante posibles accidentes que ocurran estando nosotros cerca.

¿Qué podemos hacer y qué no debemos hacer?. Por un lado, queremos dejar claro que no pretendemos ser médicos, enfermeros ni nada por el estilo. Bajo ningún concepto podemos hacerle más daño a la persona que estamos ayudando, por tanto, siempre hay que valorar la situación antes de actuar para ver si podemos de forma autónoma, prestar dicha ayuda. Si la gravedad del asunto es mayor, no deberíamos de intentar poner en marcha ningún mecanismo de actuación que pueda empeorar a la persona, en cuyo caso, siempre abogamos por llamar y pedir ayuda especializada lo más rápido posible.

Pero es en los casos de menor gravedad en los que nos vamos a detener en esta charla para explicar posibles soluciones en momentos en los que tenemos que actuar rápido, sin muchos medios, con nuestras manos y nuestra fuerza para evitar la repetición del daño, que se detenga a la persona por no poder moverse bien o que empeore por desatención.

Así mismo, hacemos una reflexión que se profundizará más adelante en el transcurso de la lectura de esta transcripción, en la que se habla de la posibilidad y la necesidad de auto-organizarse en este ámbito, tomando como ejemplo proyectos de compañeros en otros países que hacen las veces de primeros auxilios en las manifestaciones (“street medics” o “rescatistas voluntarios”). O también de cómo, adaptado al contexto de aquí, se ha proporcionado este tipo de infraestructura en algunas ocasiones para algunas manifestaciones.

Primeros auxilios en manifestaciones

Cuestiones básicas a tener en cuenta:

  • Mantener la calma
  • Buscar un espacio de seguridad: buscar nuestra seguridad, la del compañero y pedir ayuda en casos graves. Salir del espacio de peligro es importante.
  • Si tenemos una situación de salud concreta: llevar una copia de la prescripción médica o de la medicación que estamos tomando y dejar una copia a alguien que no vaya a la manifestación por si acabamos detenidos para que puedan solicitarla en comisaría. Si vamos en grupo está bien dar a conocer nuestras necesidades y saber las de las personas con las que vayamos a la manifestación.
  • Está bien llevar agua, algún alimento calórico o con azúcar. Drogas y alcohol no ayudan y cosas con excitantes no son recomendables porque necesitamos estar lo más tranquilos posibles a pesar de que es una situación tensa y debemos de estar en alerta. Pero la sensación que produce la cafeína o teína, por ejemplo, puede proporcionar una situación mala y una sobretensión que, en vez de mantenernos despiertos, nos ponga nerviosos y nos bloquee (esto va en función de la persona y de las necesidades concretas).
  • Si llevásemos un pequeño botiquín, estaría bien llevar gasas estériles, suero fisiológico, guantes y algún material útil básico. No pretendemos llevar algo muy sofisticado porque es un kit de primeros auxilios muy básico para poder usar entre nosotros hasta que llega la ayuda especializada o, si es algo leve, poder solucionarlo entre nosotros en el momento.

Poniéndonos en situación: posibles casos

– Crisis de ansiedad:

Nos encontramos en una manifestación, hay mucha gente, en la que llevamos un buen rato, hemos comido hace tiempo ya, no hemos llevado agua y puede que a alguien le de una crisis de ansiedad.

Las crisis de ansiedad provoca en la persona una sensación muy real de que le está dando un infarto, que se va a desmallar, es una sensación de que algo físico va a pasar y es muy real. Hay que creer a le persona a pesar de que no va a pasar nada de lo que se está imaginando. No tiene porqué ser una carga policial y simplemente puede ser el cansancio acumulado. Lo que podemos hacer es:

  • Apartar a la persona de la zona de riesgo y del motivo del estrés.
  • Acompañarla y hacerle ver que está acompañada.
  • Tratar de que recupere la calma.
  • No volver al foco de la ansiedad salvo que se tenga claro.

– Bajada de tensión/azúcar:

La persona se marea, tiene sensación de perder el conocimiento y puede ser por el cansancio o por no haber comido bien, puede ser por falta de azúcar en caso de diabéticos, etc.

En caso de que ocurra, hablamos con la persona y le preguntamos (especialmente si sabemos que es diabético o que tiene habitualmente problemas de estos, hacemos alusión a si ha tomado su medicación, ha si ha descansado o comido, etc,): “¿cómo te encuentras? ¿tienes ganas de vomitar? ¿has comido hace mucho? ¿has comido poco?”.

– Si sigue la sensación de mareo:

  • Sentamos a la persona.

Si pierde el conocimiento pero ha podido verbalizar con antelación que se encontraba mal:

  • Tumbamos a la persona y le levantamos las piernas para que la sangre fluya hacia el corazón y la cabeza.

  • Cuando recupere la conciencia, le mantenemos tumbado.

  • Mientras está inconsciente no se le da agua ni metemos nada en la boca.

  • Se puede estimular a la persona frotando los ojos o apretando fuerte en algún punto para ver si hace algún gesto y reacciona.

  • Cuando ha recuperado la conciencia si se le puede dar agua.

– Si vemos a una persona inconsciente en el suelo y no sabemos qué ha pasado:

  • Llamamos a urgencias.

– Crisis asmática:

  • La persona suele controlarlo y suele llevar su inhalador.

  • Si no lo lleva y no funciona sacamos a la persona del foco de la manifestación y llamamos a urgetncias porque posiblemente, si lleva el inhalador, no está funcionando bien, y si no lo lleva, también puede generar una crisis asmática más grave.

– Ataques epilépticos/convulsión:

  • NO SE METE NADA EN LA BOCA. Tranquilidad porque la lengua no se traga, es imposible.

  • Protegemos la cabeza para que no se de más golpes contra el suelo.

  • Apartar los objetos que haya cerca.

  • El proceso va a pasar y cuando despierte será lento, estará desorientado y necesitará atención médica. En ese momento, comprobamos si respira y en tal caso, colocamos a la persona en la posición lateral de seguridad*.

  • Intentamos anotar la duración del ataque.

  • Dejamos este video que explica muy bien en que consiste y cómo actuar. https://www.youtube.com/watch?v=pdLx3y8T-mk

*Posición lateral de seguridad: En una posición para personas conscientes y que respiran con normalidad. Evita que si hay vómitos o sangrado, pueda tragarlo. Consiste en:

  • Comprobar si está inconsciente y si tiene pulso

  • Maniobra frente-mentón: ver, oír y sentir

  • Comprobar que está inconsciente pero que respira.

  • Para comprobar la respiración hay que prestar mucha atención porque a veces cuesta y más en un contexto de una manifestación. A veces percibimos nuestro propio pulso al intentar tomarle el pulso (no se toma con el pulgar porque tiene pulso propio).

Dejamos este vídeo que explica bien el procedimiento: https://www.youtube.com/watch?v=RJ4YSngaJIU

– Contusiones y golpes (porrazos, pelotazos, pedrada):

  • Aparecen hematomas, en principio sin ir a mayor (más o menos doloroso o duradero) pero con especial cuidado si es en la cabeza, tórax o abdomen que pueda indicar daños internos. A pesar de que el hematoma no se exteriorice, no quiere decir que no haya un sangrado interno. Se valora como se encuentra la persona y se decide si es necesario acudir a algún centro de salud o llamar.

  • Un porrazo en la cabeza sin brecha pero que cause vómito, mareo, etc. nos puede indicar que hay un hematoma interno.

– Heridas:

  • Brechas con sangrado: la sangre es muy escandalosa y muchas veces no es demasiado importante pero si la zona está muy vascularizada puede provocar mucho sangrado. Lo ideal sería limpiar con suero fisiológico, taponar y comprimir la herida. Si la herida es pequeña, se valora y si es más grande, se acude al centro de salud o se llama a emergencias.

  • Si la herida no deja de sangrar, no retiramos el anterior apósito y seguimos añadiendo capas y presionamos. Quizá haya que poner puntos pero no levantar para que no siga sangrando.

– Sangrado de nariz:

  • Presionamos sobre la parte del hueso y el cartílago y echamos la cabeza hacia adelante, aguantamos. No se echa la cabeza hacia atrás y esperamos.

– Sangrado de oído:

  • No se tapona, se deja salir la sangre porque no sabemos de donde sale.

  • Si la persona tiene que estar tumbada, que se le ponga del lado del que está sangrando.

– Esguinces y luxaciones:

  • El tratamiento es reposo, no apoyar e inmovilizar. También está bien elevar la articulación para que no se hinche. Si es un brazo, se puede inmovilizar con una chaqueta para que cuelgue de ahí (a modo de cabestrillo) y pegarlo al cuerpo.

  • Si podemos intuir que hay fractura, no improvisamos y llevamos a la persona al hospital.

– Quemaduras:

  • No retirar las cosas que se quedan pegadas en la piel.

  • Se intenta limpiar y protegerla.

  • Si vemos que tiene ampollas, no se rompen. El líquido que hay dentro es estéril pero en el momento que se rompe, se puede infectar.

  • Si alguien está envuelto en llamas, echar a rodar.

– Ante gas pimienta o gas lacrimógeno:

  • 1 litro de agua + 2 cucharadas de bicarbonato.

  • 50-50% de agua y anti-ácido (el más común es “Almax”). Se puede rociar antes para crear una película protectora o después una vez hemos sido expuestos al gas.

  • No tocarse, no frotarse porque se extiende el gas y aumenta el efecto.

  • Si sabemos que estamos en un contexto en el que van a echar gas y no está descontextualizada su utilización, llevar máscaras anti-gas (con filtro) es la solución preventiva más eficaz.

– En caso de tener que acudir a un hospital:

  • Dejamos a criterio de cada uno el relato que quiera contar en función del posible riesgo que pueda conllevar. No es legal, pero la policía a veces va a los hospitales preguntando por personas que han acudido por contusiones o por algo derivado de una manifestación para poder tener a esas personas identificadas.

  • Si queremos denunciar (a sabiendas de que entonces estaremos afirmando que hemos estado en la manifestación) tenemos que asegurarnos de que nos hagan un informe muy completo de todos los daños, el motivo de la entrada en urgencias, dónde y cómo ocurrió, etc. Al salir, nos tienen que dar una copia para poder presentarla en el juzgado posteriormente.

  • Si denunciamos habiendo acudido al hospital sin haber estado detenidos, corremos el riesgo de convertirnos en encausados, por eso dejamos la posibilidad de contar otro relato cuando acudimos a urgencias porque estamos mal pero no queremos que se sepa cómo ha sido.

  • Si vamos en calidad de detenidos, entonces ya nos da igual y es mejor conseguir cuantos más partes y pruebas mejor para poder presentar una denuncia contra la policía si queremos.

– Pelotazos en los ojos:

  • Algunas heridas no impiden a la persona caminar y no les hace perder el conocimiento. Si puede mover por sí misma, no tenemos que hacer nada más que acompañarla al hospital. En caso de pérdida de conocimiento, colocamos a la persona en la posición lateral de seguridad (si no está en el suelo ya) y acompañamos mientras esperamos que llegue la ayuda especializada.

– Brechas:

  • Acompañamos a la persona, hacemos presión en la herida y le llevamos a un sitio seguro.

  • Le preguntamos si se está mareando, si se está agobiando, etc.

  • Intentamos contener la presión en la herida mientras nos intentamos ir del sitio del conflicto, siempre y cuando la persona pueda andar. Si la persona se marea, le cogemos entre dos y le sacamos de ahí.

  • Evidentemente presionaremos con lo que tengamos, pero los tejidos de chaquetas y demás prendas de vestir, no son los mejores porque dejan restos en la herida y se puede infectar.

– En caso de golpe fuerte en la cabeza, atropello, etc.:

  • Alertamos a los compañeros de que dejen de tirar cosas en la dirección en la que está la persona en el suelo, aunque esté la policía ahí.

  • No le tocamos, no le movemos, no le incorporamos. Puede tener una lesión grave y empeorarla.

  • Sólo podemos llamar a la ambulancia, le rodeamos para evitar más daño y esperamos a que le atiendan sin tocarle. Intentamos evitar una detención, que algún policía le haga algo o que por error, algún manifestante le agreda con algo.

– Puntos de socorro de voluntarios:

  • Hablamos de que en otros lugares, hay puntos de socorro con voluntarios que se dedican específicamente a la atención de las personas heridas en las manifestaciones. Tienen puestos con material y gente (en centros sociales, locales o en la calle). Entendemos que esto implica un grado de auto-organización importante y sabemos que no estamos en este punto pero sí que nos gustaría que este formato sirva de inspiración en caso de necesitar. Todos los puestos son importantes, todas las tareas son imprenscindibles y echar una mano en primeros auxilios a las personas que acuden a una manifestación, es muy importante.